Diseño y vanguardia entre olivos centenarios al lado de Ronda

Olor a romero y lavanda, a frutales en flor, a huerta recién regada, a uvas maduras o aceitunas apenas vareadas. Reconocerá todos estos aromas dependiendo de la época en que vaya –y desde luego podrá saborear algunos de los frutos de estas tierras– a medida que se interne en la fantástica finca de LA Organic Experience. Tome aire y respire o contenga el aliento ante tanta belleza y ante tanta sorpresa.

A una treintena de kilómetros de la mágica localidad malagueña de Ronda y con la espectacular Sierra de Grazalema como horizonte ha echado andar este singular proyecto de oleoturismo con sello de vanguardia y de autor, el del diseñador francés Philippe Starck.

Oro líquido

Un sueño hecho realidad que tiene su origen en la marca de aceite de oliva ecológico LA Organic y que se inspira en el enoturismo y las bodegas con identidad propia. En esta finca donde todo está cuidado con mimo y exquisitos detalles, el aceite es el protagonista absoluto, pero también la naturaleza, el arte, la cultura y la gastronomía. Un proyecto pionero de agricultura ecológica en el que es inevitable adentrarse en un idílico itinerario (la visita guiada cuesta 20 euros, niños menores de 8 años gratis) entre olivos, algunos de más de 700 años, y viñas que crecen en altura.

La hacienda tiene una superficie de 25,37 hectáreas, una longitud de más de 800 m y una topografía en caída en pendiente del 14% que potencia las vistas a la Sierra de Grazalema y su fascinante puesta de sol.

Dividida en diversas zonas, cada una con una identidad y personalidad propia, al llegar, lo primero que le sorprenderá es el aparcamiento: concebido como una inmensa sala de exposición al aire libre. Es el primer toque vanguardista de Starck, donde diversas fotografías gigantes decoran el espacio.

La visita comienza en el Greenhouse, un invernadero de 500m2 que integra diferentes espacios y que contiene una almazara artesanal, una embotelladora y una etiquetadora. Allí los visitantes podrán participar en catas de aceite de distintas variedades de aceituna, comer o degustar productos cultivados en la finca o locales, comprar aceite u obras de arte o cosmética elaborada también con aceite de oliva. El huerto ecológico es la segunda parada del recorrido. Diseñado por el navarro Floren Domezáin, en él se cultivan frutas, verduras y hortalizas de temporada y locales.

Un jardín de frutales, viñedos de cultivo en altura y muchas sorpresas integradas en el paisaje cautivarán al visitante

Un delicioso jardín de frutales embaucará al visitante, le dará sombra y tiempo para disfrutar de un zumo natural y de alguna de las sorpresas diseñadas por Starck y que se camuflan en el recorrido, cada una con su propia historia. Como el Gran espejo para mirar al mundo desde otro ángulo, que contrasta con la austera ermita de Doña Lola, del siglo XIX. Un olivar tradicional le permitirá conocer las diferencias entre el cultivo ecológico y el cultivo convencional, la recolección de la aceituna y el proceso para convertirse en aceite. En un futuro, los oleoturistas podrán hacerse su propio aceite, pero tendrán que esperar un poco, al menos hasta que se inaugure El Toro, la segunda fase del proyecto prevista para 2020 y que incluirá un espectacular museo-almazara.